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NUESTRO PATRONO

La historia de
Santiago Apóstol

Santiago nació en Betzaida, Galilea. Fue hijo de Zebedeo y Salomé (Hermana de María), primo de Jesús y hermano de Juan, el Evangelista.

Ambos eran pescadores y fueron llamados por Jesús a seguirlo y formaron parte del grupo de los Apóstoles.  Se lo llamó el mayor, para diferenciarlo del otro Santiago, el menor.

En la Sagrada Escritura se lo menciona bajo el nombre de Jacobo, que derivó en otros nombres, Tiago y Santiago.

Con Juan recibieron el nombre de nombre de “bonaerges”, hijos del trueno, que hacen referencia a su carácter, a su ímpetu, a su fuerza.

Estuvieron junto a Jesús en la transfiguración en el Monte Tabor, en la curación de la hija de Jairo, jefe de una sinagoga y lo acompañaron a Jesús en la oración en el Monte de los Olivos antes de ser arrestado.

Le pidieron estar a su izquierda y a su derecha, o sea que ocuparan los primeros lugares en el reino de Dios, pero Jesús los invitó a beber su cáliz, a seguirlo hasta dar su vida por el Evangelio.

La tradición dice que viajó a España. Estando en Zaragosa se le apareció la Virgen sobre un pilar en el río Ebro solicitándole que volviera a Jerusalén porque iba a morir y quería que estuvieran a su lado los apóstoles.

Por este motivo volvió a Jerusalén. En ese tiempo el de Judea, Herodes Agripa I había declarado una persecución contra los cristianos ya que buscaba mantener las costumbres judías de forma ortodoxa.

De esta manera, Santiago apóstol fue capturado, torturado y decapitado con una espada, convirtiéndose en el primer discípulo en morir por el nombre de Jesús y predicar la palabra de Dios. Este hecho acaeció en el año 42 D.C. y está atestiguado en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch.12,2).

 

Sus restos fueron llevados y enterrados en la zona de Galicia. Este lugar, en el Monte Libredón, quedó en el olvido hasta que, en torno a los años 820-830, fue descubierto, en tiempos del obispo Teodomiro de Iria Flavia.

En ese lugar se encontraban 3 cuerpos, pero uno de ellos tenía la cabeza bajo su brazo y un letrero que decía: “Aquí yace Santiago, hijo del Zebedeo y de Salomé”.

Cuando el rey Alfonso II tuvo noticia del descubrimiento mandó que se construyera en el lugar un templo para acoger el sepulcro.

A medida que se expandía la noticia del hallazgo del sepulcro del apóstol Santiago, comenzaron a llegar peregrinos de toda Europa hasta el lugar.

Allí las personas pedían en oración a Santiago apóstol por alguna gracia, con la esperanza de ser favorecidos con un milagro.

Debido a esta ola de peregrinación, nace el nombre del “Camino de Santiago”, porque eran las rutas utilizadas desde tiempos antiguos, para la peregrinación de las personas, hasta el sepulcro de este santo apóstol.

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